FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA

El 31 de diciembre del año 2000 eran 7.829 las Franciscanas Misioneras de María, de 76 nacionalidades, al servicio de la Misión, en 76 países a través de todo el mundo. Han hecho la opción de seguir a Cristo a través del camino trazado por María de la Pasión. La espiritualidad específicamente misionera ha caracterizado a las Franciscanas Misioneras de María desde los comienzos. Las FMM viven en comunidad y buscan crear una auténtica comunión entre ellas, las FMM se esfuerzan por crear lazos de unidad en medio de religiones y pueblos diferentes.

¿Quiénes son?

Son religiosas, originarias de muchos países, que viven en comunidades internacionales. Llamadas por el Espíritu a atravesar las fronteras de la cultura, de la lengua y de las creencias. En el espíritu, las Franciscanas Misioneras de María viven sencillamente, según el Evangelio. Inspirándose en el SÍ incondicional de María a Dios, encuentran valor para la misión en la contemplación de la Eucaristía.

¿Cómo viven?

- Viven en la Misión Universal, una aventura en comunión, al servicio de la vida y la esperanza.

-    Viven la justicia en una actitud de conversión permanente, que toca todas nuestras relaciones: con Dios, con los otros y con toda la creación.

-    Viven la justicia como una acción evangelizadora que nos compromete, con Cristo.

-    Como María, invitada por Dios a colaborar en la Encarnación, nosotras tomamos parte en la encarnación continua del Evangelio.

-   Van al encuentro de otras religiones en el espíritu de Francisco, siendo testigos de paz y reconciliación.

-    Viven la universalidad, herencia de nuestra Fundadora, María de la Pasión, que nos lleva más allá de fronteras, etnias, castas y nacionalidades.

¿Dónde están?

Están en  76 países: 22 en África; 12 en América Latina; 2 en América del Norte; 18 en Asia; 19 en Europa; 1 en Oceanía.

Nuestra comunidad internacional comprende 76 nacionalidades: 18 africanas; 14 americanas; 20 asiáticas; 1 australiana; 23 europeas. 

  

LAS FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍA NOS ENSEÑÓ, NOS ENSEÑA Y NOS ENSEÑARÁ A COMPARTIR CON AMOR TODO LO QUE UNO PUEDE OFRECERLE AL PRÓJIMO.